Producto natural y artesanal sin aditivos, ni conservantes ni colorantes.
Las flores comestibles no son un invento de nuestros días.
Las culturas más antiguas ya incluían los pétalos de algunas flores en la lista de los condimentos más utilizados.
Hasta el Renacimiento la confitura de violetas o la mermelada de rosas eran consideradas como un auténtico manjar.
Con la llegada de nuevas plantas y especias exóticas como el azafrán, las flores fueron desapareciendo de las despensas y se convirtieron en ingrediente de pobres porque los ricos empleaban especies orientales, como la canela o el comino, para condimentar sus platos.
Me gusta mucho la idea de complementar las recetas con los pétalos comestibles (imagino que los de las flores de floristería están prohibidísmos por los pesticidas y todo eso...). Voy a probar. Buena iniciativa. Saludos
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